“Captain America: Brave New World” es la más reciente entrega de la franquicia del Capitán América. Este esperado capítulo, estrenado el 14 de febrero, consolida a Anthony Mackie en el rol de Capitán América.
En esta historia, Sam Wilson se embarca en su primera misión como Capitán América, aunque no todo sale como esperaba. A diferencia de Steve Rogers, Sam no cuenta con un suero super humano. A pesar de las dudas que lo rodean, él continúa defendiendo lo que cree correcto, tal como lo hizo su predecesor.
Sin embargo, no está solo, pues se le une un nuevo compañero: el nuevo Halcón, Joaquín Torres, quien debe aprender cómo ser el Halcón de manera propia y justa, un tema que se aprecia en la película. Sam quiere que la gente tenga una conexión con el hecho de que es una persona normal. Además, aprende que no siempre es correcto seguir órdenes ciegamente y que, aunque sea difícil, se tiene que luchar por el bien y por lo que uno cree.
Vemos la película comenzar de forma típica; la historia establece una escena perfecta para el caos que le sigue. La chispa que comienza la acción es el intento de asesinato en contra del presidente Thaddeus Ross. Sam va en camino para encontrar al responsable, y lo vemos usar el escudo icónico para superar fácilmente a sus enemigos
Al intentar prevenir un evento horroroso, se encuentra en una batalla aérea sobre la isla Celestial. Verlo volar con su escudo icónico deja al público con ganas de ver más, ya que pelea de forma creativa y usa todos sus recursos a su favor. Al ver el espectáculo, surge una pregunta: “¿Qué es lo que hará después?”, especialmente durante la llegada de Hulk Rojo, lo que me lleva a mis tres cosas favoritas de la película.
En ningún orden particular, primero, las escenas de acción lo dejan a uno con hambre de más. Segundo, Mackie como Capitán América tomó un rol que solo se había visto interpretado por una sola persona y lo hace suyo. Por último, los efectos prácticos hacen una gran diferencia en comparación con los digitales; poder ver esto ayuda al público a sentir el peligro en el que se encuentra el Capitán América. Sin embargo, estos tres aspectos positivos no significan que no haya negativos.
Desafortunadamente, el potencial de la película nunca se realiza, debido a que fue reescrita varias veces. También se volvió a filmar en múltiples ocasiones, causando retrasos en la producción y en el estreno. Aun así, el producto final demuestra un Capitán América con los pies en la tierra, y vale la pena verla para formar una opinión propia.
La califico con 4 de 5 Mustangs y espero con ansias ver más de Anthony Mackie como Capitán América.