Editorial: Voting is a good start

“Civic duty” is a phrase that gets thrown around everywhere from middle school government classes to election season newscasts. More often than not, it refers to the right to vote, and espouses the idea that those who have the right to vote have also the responsibility to do so. While whether or not this is the case is open to debate, the fact is that it is the minimum for those who choose to engage in the political process. For citizens who want to have more of an impact on their government and society, there are other ways to amplify a single voice’s reach.

One method for voters to expand their influence is to write letters to their representatives in the government. This gives citizens a way to express their individual viewpoints to officials who might otherwise rely on broad polling numbers to gauge what is most important to their constituents.

Another way for the average voter to make more of an impact is to attend or even organize protests, rallies and political events. Increasing the turnout of events often increases their coverage in media and therefore their visibility to both officials and the general public. 

There are also opportunities for voters who agree strongly with a candidate’s message to volunteer for that candidate’s campaign. That can involve passing out pamphlets, going door to door to raise awareness for the candidate or even organizing events. For example, the recent Beto O’Rourke rally on campus was organized by Cristin Martin, political science senior and president of MSU Democrats, and drew over 100 students, faculty, staff and other community members.

Early voting is open now, with election day coming Nov. 8, but opportunities to go above and beyond to advocate for change are available year-round.


“El deber cívico” es una frase que se usa en todas partes, desde las clases de gobierno de la escuela secundaria hasta los noticieros de la temporada electoral. La mayoría de las veces, se refiere al derecho a votar y defiende la idea de que quienes tienen derecho a votar también tienen la responsabilidad de hacerlo. Mientras que si este es el caso o no está abierto a debate, el hecho es que es el mínimo para aquellos que eligen participar en el proceso político. Para los ciudadanos que desean tener un mayor impacto en su gobierno y en la sociedad, existen otras formas de ampliar el alcance de una sola voz.

Un método para que los votantes amplíen su influencia es escribir cartas a sus representantes en el gobierno. Esto brinda a los ciudadanos una forma de expresar sus puntos de vista individuales a los funcionarios que, de lo contrario, podrían depender de amplios números de encuestas para evaluar qué es lo más importante para sus electores.

Otra forma en que el votante promedio tiene más impacto es asistir o incluso organizar protestas, manifestaciones y eventos políticos. Aumentar la participación de los eventos a menudo aumenta su cobertura en los medios y, por lo tanto, su visibilidad tanto para los funcionarios como para el público en general.

También hay oportunidades para que los votantes que están totalmente de acuerdo con el mensaje de un candidato se ofrezcan como voluntarios para la campaña de ese candidato. Eso puede implicar repartir panfletos, ir de puerta en puerta para crear conciencia sobre el candidato o incluso organizar eventos. Por ejemplo, el reciente mitin de Beto O’Rourke en el campus fue organizado por Cristin Martin, estudiante de último año de ciencias políticas y presidente de MSU Democrats, y atrajo a más de 100 estudiantes, profesores, personal y otros miembros de la comunidad.

La votación anticipada está abierta ahora, con el día de las elecciones el 8 de noviembre, pero las oportunidades para ir más allá para abogar por el cambio están disponibles durante todo el año.